viernes, 11 de junio de 2010

Nuevas lecturas (Junio Julio 2010)

Richard David Precht: ¿Quién soy y...cuantos? Un viaje filosófico

Marta Sanz: Black, black, black 

Jorge Volpi:  El insomnio de Bolívar

Franz Overbeck: La vida arrebatada de Friedrich Nietzsche 

Rafael Dieste: Historias e invenciones de Félix Muriel

Andrés Trapiello: Las armas y las letras

lunes, 29 de marzo de 2010

Europa.Las claves de su historia, de Ruiz-Domèmenec


Hay tantos libros de historia, y tantos de historia de Europa que parece ocioso recomendar alguno más y alguno nuevo, pero este de José Enrique Ruiz-Domènec tiene varias virtudes además de su información puesta al día. 'Europa, Las claves de su historia', no es un manual, sino un ensayo, un conjunto de reflexiones bien hiladas y muy bien escrita sobre eso que llamamos Europa, desde el Imperio Romano hasta la Unión Europea. Y al igual que la UE ha elegido el azul en su bandera, el color que los romanos detestaban porque era el de los bárbaros y que Julio César consideraba fantasmal, igual te explica porque las raíces cristianas de Europa lo son, peor no tanto, o porque hay tanta autenticidad europea en los antiguos países del este que se ha perdido en los del Oeste, y tantas y y tantas más cosas bien contadas y muy interesantes. Altamente recomendable para desintoxicarse de tanto topicazo de los políticos.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Patrick Geddes en español


Mi santo patrón

Como estudié biología, pero tras breves años de investigador y profesor en la Universidad me dedique a la planificación territorial, esto es, al urbanismo, mi santo patrón es el inglés Patrick Geddes, a quien seguro que conoce Miroslav.

Patrick Geddes, Biólogo y urbanista, maestro de Lewis Munford, más conocido que él, transfuga de la vida académica y viajero ilustrado, autor de innumerables proyectos, informes y exposiciones, una referencia inexcusable para entender qué es lo que estamos atropellando cuando urbanizamos como y donde urbanizamos. Simplemente sustituyendo la ignorancia y la codicia por el análisis y el diagnóstico del territorio. Pero hoy el urbanismo es comprar el territorio por hectáreas y revenderlo por metros cuadrados con enorme beneficio para unos pocos y prejuicio para los demás.

Ya digo, un santo, el mío.

martes, 16 de marzo de 2010

Excéntricos ingleses, de Edith Stiwell


Si existe un elemento del alma inglesa que me entusiasma es el de la inmoderada excentricidad (y mirar educadamente para otro lado sin inmutarse si es otro el que la manifiesta); comprendo que el fútbol, el cricket, el tiempo asqueroso, la bruma, el ‘fish and chips’, las mujeres espantosamente feas (Ah, esta jefa de exteriores europeas de ahora), la mala comida peor condimentada, la flema, la música pop, Shakespeare, el periodo isabelino al completo, los sombreros de la reina, y por supuesto, el humor inglés y el Imperio; todo eso está muy bien y es genial, pero yo me quedo con la excentricidad sin más.

No hablo de la excentricidad que escandaliza, como tomar el té a las cinco menos cuarto o cambiarlo por un café con churros (más tolerable). Hablo de la bien tolerada y admitida, hasta bien vista. Hablo de aristócratas anfibios y barbados que viven en inmensas bañeras (lord Rokeby). Hablo de naturalistas aficionados, naturalmente nobles, que se pasean pos sus extensas tierras de Walton Hall a lomos de un cocodrilo. De perturbados en otros países, de ermitaños, de místicos hedonistas propensos a ingerir cantidades desorbitadas de chocolate, ‘letraheridos’, viajeros, patriotas traidores, ermitaños gregarios, militares muy, pero que muy cobardes.

De todos ellos habla el que para mí es el libro más divertido de la literatura inglesa, lo que es mucho decir, y más si se tienen en cuenta que no se considera incurso en al literatura del género humorístico explícitamente sino en la biográfica. Excéntricos ingleses (English Eccentrics) de la así mismo extravagante e inclasificable Edith Stiwell, (1887-1964) poeta, ensayista, biógrafa y perteneciente a una familia de literatos, admirada por Eliot, Connolly (Cyril, por favor), Robert Graves…, que con sus hermanos Osbert y Sacheverell y en la mansión familiar de Renishaaw Hall formó uno de los clanes literarios más famosos de su tiempo. Póstumamente se publico su autobiografía con un título que se las trae: “Taken Care Of”.

Un libro inolvidable, un poema en prosa, una colección de mini biografías, un ensayo, y la lectura más hilarante, con permiso de Wodehouse y Crompton, que haya podido caer en mis manos.

martes, 9 de marzo de 2010

La vida fácil, de Richard Price


Salvo algunos ignaros que siguen creyendo que los libros “buenos” son los encuadernados en piel y vendidos en colecciones, muchos ya sabréis que la mejor literatura realista se hace encuadrada en un género digno pero infravalorado, el de la novela negra, como parte del mejor cine se hace para la televisión en series como The Wire, del mismo tipo.

Uno de los guionistas precisamente de The Wire, Richard Price ha publicado una novela policial pero cambiando las calles de Baltimore por los barrios neoyorquinos. El resultado es uno de los mejores frescos urbanos recientes sobre esta mítica ciudad.

Altamente recomendable para todos, amantes o no del género. Os llevaréis una sorpresa. Dicho de otro modo: una de las mejores novelas (sin adejetivos) del año pasado.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Espacio, segregación y arte urbano en el Brasil, de Teresa Caldeira


El incremento de la violencia urbana es uno de los problemas más inextricables del Brasil contemporáneo y uno de los desafíos más significativos para la efectiva democratización de la sociedad brasileña. En las últimas dos décadas, tanto la violencia urbana como la democracia se arraigaron en el Brasil en un contexto en el que la neoliberalización también fue transformando las instituciones del Estado y modificando la vida económica y social. En lugar de servir para desalentarse mutuamente, la violencia y la democracia se expandieron de modos interconectados, paradójicos y en ocasiones simplemente sorprendentes. En el Brasil, la democratización se desarrolló como resultado del ingenioso compromiso de los ciudadanos, en especial a través de los movimientos sociales en las periferias urbanas. Después de veinte años de régimen democrático, los procedimientos y los imaginarios de la democracia están muy arraigados entre los brasileños, aunque esta democracia sea disyuntiva. El incremento de la violencia urbana es uno de los procesos que desafía más directamente a la democratización y simultáneamente deteriora las condiciones de vida en las ciudades.